ESTUDIO JURÍDICO “ZETA Y SOLORZANO”
ESPECIALIZADO EN DERECHO PENAL Y CIVIL
Jr. Hermilio Valdizán N.º 637 - Huánuco
Abg. LELIS ZETA FLORES Cel N.º 996743108
Abg. JUNIOR SILVA SULLCA N.º 956631287
Nuestra función y compromiso
Un abogado especializado en Derecho Penal y Civil desempeña un rol multifacético y crucial dentro del sistema legal, abordando las controversias y conflictos desde dos pilares fundamentales del ordenamiento jurídico. Su experticia le permite navegar las complejidades de ambas ramas, ofreciendo una representación legal integral a sus clientes. A continuación, se describen sus funciones con un enfoque legal:
En el ámbito del Derecho Penal:
Defensa Penal: Esta es una de las funciones primordiales. El abogado penalista asume la representación legal de personas acusadas de la comisión de delitos. Esto implica:
Análisis exhaustivo del expediente fiscal y judicial: Examinar minuciosamente las pruebas, los cargos imputados y los procedimientos seguidos para identificar posibles vulneraciones de derechos, inconsistencias probatorias o errores procesales.
Elaboración de estrategias de defensa: Diseñar una línea de defensa sólida y coherente, que puede incluir la negación de los hechos, la alegación de circunstancias eximentes o atenuantes de responsabilidad penal, la impugnación de pruebas ilícitamente obtenidas, o la búsqueda de acuerdos reparatorios o salidas alternativas al proceso penal.
Interposición de recursos legales: Presentar los recursos процессуальные oportunos (apelación, casación, revisión) contra resoluciones judiciales desfavorables, buscando la revocación o modificación de las mismas ante instancias superiores.
Asistencia legal en todas las etapas del proceso penal: Acompañar y asesorar al imputado durante la investigación preliminar, la etapa intermedia y el juicio oral, garantizando el respeto de sus derechos fundamentales (derecho a guardar silencio, derecho a un abogado, presunción de inocencia, debido proceso, etc.).
Negociación de acuerdos: En algunos casos, buscar acuerdos con la fiscalía para la reducción de cargos o penas, a través de figuras como la confesión sincera, la colaboración eficaz o la terminación anticipada del proceso.
Acusación Particular: El abogado penalista también puede representar a la víctima de un delito, constituyéndose como acusación particular para:
Impulsar la acción penal: Colaborar con el Ministerio Público en la investigación y persecución del delito.
Presentar pruebas y argumentos: Aportar elementos probatorios que acrediten la comisión del delito y la responsabilidad del acusado, así como el daño sufrido por la víctima.
Solicitar medidas de protección: Demandar al órgano jurisdiccional las medidas necesarias para garantizar la seguridad e integridad de la víctima y sus familiares.
Ejercer la acción civil dentro del proceso penal: Reclamar la reparación del daño causado por el delito (daño emergente, lucro cesante, daño moral).
En el ámbito del Derecho Civil:
Asesoramiento y Consultoría Legal: El abogado civilista brinda orientación jurídica preventiva y correctiva en diversas áreas del derecho privado, tales como:
Derecho de las obligaciones y contratos: Asesoramiento en la elaboración, interpretación y ejecución de contratos (compraventa, arrendamiento, mutuo, etc.), así como en casos de incumplimiento contractual, resolución de contratos y responsabilidad contractual.
Derechos reales: Asesoramiento en temas relacionados con la propiedad, posesión, usufructo, servidumbres y otros derechos sobre bienes inmuebles y muebles.
Derecho de familia: Asistencia legal en procesos de divorcio, separación de cuerpos, tenencia y régimen de visitas de menores, alimentos, filiación, adopción, liquidación de sociedad de gananciales, etc.
Derecho sucesorio: Asesoramiento en la planificación sucesoria (testamentos), procesos de declaración de herederos, partición de bienes hereditarios y litigios sucesorios.
Responsabilidad civil extracontractual: Defensa y representación en casos de daños y perjuicios causados por actos ilícitos o negligencia.
Representación Judicial: El abogado civilista actúa como apoderado de sus clientes en procesos judiciales de diversa índole, incluyendo:
Procesos ordinarios y sumarios: Interposición y contestación de demandas, presentación de pruebas, alegatos y recursos.
Procesos ejecutivos: Cobranza judicial de deudas dinerarias o de obligaciones de hacer o no hacer.
Procesos cautelares: Solicitud de medidas preventivas para asegurar el cumplimiento de futuras sentencias (embargos, secuestros, etc.).
Procesos arbitrales y de conciliación: Participación en mecanismos alternativos de resolución de conflictos.
La sinergia entre el Derecho Penal y Civil:
La especialización en ambas ramas permite al abogado ofrecer una visión integral en casos donde la frontera entre lo penal y lo civil se difumina. Por ejemplo:
En casos de accidentes de tránsito con lesiones o fallecimiento, se requiere conocimiento tanto de la responsabilidad penal del conductor como de la responsabilidad civil por los daños causados a la víctima y sus familiares.
En delitos económicos (fraude, estafa), es necesario comprender las implicancias penales de la conducta y las acciones civiles para la recuperación de los activos ilícitamente obtenidos.
En casos de violencia familiar, se abordan tanto los aspectos penales de la agresión como las medidas civiles de protección y las consecuencias en el ámbito familiar (tenencia, alimentos).
En conclusión, un abogado especializado en Derecho Penal y Civil es un profesional con un amplio espectro de conocimientos y habilidades, capaz de ofrecer una representación legal completa y estratégica en una variedad de situaciones jurídicas complejas, protegiendo los derechos e intereses de sus clientes tanto en el ámbito punitivo como en el patrimonial y personal. Su labor exige un profundo entendimiento de la ley, una sólida capacidad de análisis y argumentación jurídica, y un compromiso ético con la justicia.